Desde su puesta en marcha en 2015, el proyecto Ícaro: atención a la salud mental de personas privadas de libertad ha brindado el acompañamiento y los apoyos que las usuarias necesitan durante su estancia en prisión y una vez inician su transición hacia la vida en libertad.
Con frecuencia, en esta última etapa, que comienza con el régimen de semilibertad o tras el cumplimiento de la pena privativa, las personas experimentan muchas dificultades a nivel socioafectivo, económico, laboral, etc., debido a la pausa que supone en sus vidas los meses o años que han transcurrido en prisión. Por ello, es habitual que no dispongan de medios o herramientas adecuadas para retomar o iniciar nuevas andaduras.
De ahí la importancia de proyectos como Ícaro, que ofrece oportunidades para que las personas puedan reconstruir sus vidas, tener garantizados sus derechos y volver a integrarse en la sociedad. Para ellas es realmente importante saber que no afrontarán solas la salida, especialmente si carecen de redes familiares o sociales, fundamentales en esos momentos.
Durante la transición, las profesionales de la iniciativa apoyan emocionalmente a las participantes en sus procesos de reinserción social y las acompañan en la realización de actividades que les permitan restablecer la cotidianidad fuera de prisión, como el contacto con los servicios de salud, la resolución de trámites administrativos, la derivación a servicios de empleo o la coordinación con recursos alojativos. Además, en consonancia con el enfoque de atención a la salud mental comunitario y partiendo de los intereses y necesidades de cada persona, se trabaja junto a ellas para que continúen sus procesos de recuperación y empoderamiento, establezcan rutinas, se planteen nuevos proyectos de vida y generen vínculos saludables en su entorno.
Por ello, una forma de facilitar esta paulatina incorporación sociolaboral es a través de la derivación a centros ocupacionales, centros de rehabilitación psicosocial u otros proyectos terapéuticos de la Asociación, como Caléndula: agroecología para la inclusión en salud mental, que se ha convertido en uno de los mejores puentes para la reinserción social.
El proyecto Ícaro está impulsado por AFES Salud Mental con la financiación de la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias para la realización de programas de interés general con cargo a la asignación tributaria del IRPF en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Canarias.

