“Mi nombre es Fabricio y tengo 29 años. Acudo al centro ocupacional El Valle desde el año 2020. En su momento, el equipo de viviendas me comentó que me podría ser de ayuda ir para afianzar rutinas”. Así comienza Fabricio su relato como participante de los centros ocupacionales que AFES Salud Mental gestiona en la isla de Tenerife. En estos espacios se ha consolidado un propósito transformador, un cambio de mirada en el que las usuarias de los seis recursos comunitarios que integran este programa son protagonistas de un gran proyecto de creación artesanal en red.
“Antes de empezar en el centro tenía unas ideas que después cambiaron. Pensaba que la actividad de telares y costura podía ser algo femenino y monótono, y que era posible que no me gustara. Pero una vez que entré, mis pensamientos cambiaron: preparar una urdimbre, manejar los telares con los diferentes entramados, coser un producto y verlo finalizado… todo esto me interesaba y me motivaba a seguir aprendiendo y acudiendo. Me di cuenta que le cogía el truco y tenía habilidad para esta actividad artesanal”, cuenta.
En 2022, el recurso atendió a 165 personas (53 mujeres y 112 hombres), quienes son las que construyen la metodología y lideran cada una de las etapas del proceso creativo: el diseño, desarrollo, control de calidad, inventario y la gestión del stock. El resultado es la unión de la labor especializada de cada uno de los centros, dedicados a diferentes disciplinas, y la creación y fortalecimiento de la marca Ida y Vuelta Artesanal, que se ha convertido en una poderosa estrategia de recuperación de la salud mental.
“Antes de venir al centro no tenía un horario para levantarme y pasaba las horas sin tener una finalidad ni unas motivaciones. En estos tres años han cambiado también mis objetivos, y en este momento quiero conseguir un empleo para independizarme. Por ello, hace ya unos meses que participo en formaciones que me pueden ayudar en la búsqueda. Además, estoy dado de alta en el área de Empleo de la asociación”. Y añade: “Si uno no tiene una rutina le va a costar mucho más enfrentarse a un trabajo. Ahora ya he hecho ese entrenamiento en el centro”.
Y es que la producción manual en la red de talleres promueve la adquisición de competencias y destrezas laborales en un entorno seguro, que sigue los principios de la Economía Social y Solidaria (ESS) desde los valores afianzados de sensibilidad ambiental e igualdad de oportunidades. “El saber dominar el telar me ha enseñado que no debo tener miedo a lo desconocido; estoy preparado para las cosas nuevas que puedan llegar y muy agradecido. Lo veo todo con más claridad y sé hacia dónde quiero ir”, concluye Fabricio.
El programa se desarrolla en el marco del convenio de colaboración que el Gobierno de Canarias mantiene con el Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) del Cabildo de Tenerife para la atención a personas en situación de dependencia y con discapacidad.

