Como esa flor que protege nuestros huertos, el proyecto «Caléndula: agroecología para la inclusión en salud mental» está suponiendo este año un factor protector para las personas con sufrimiento psíquico que transitan en el proceso de la recuperación.
La agroecología es una alternativa al aire libre que aporta el contacto con la naturaleza y numerosos beneficios psicológicos y sociales, por lo que cobra especial relevancia en un momento en el que la salud mental de las personas se ha visto afectada por la pandemia y la crisis sanitaria, social y económica que ha originado.
Durante el confinamiento, el equipo de profesionales ofreció actividades guiadas a través de videotutoriales sobre la puesta en marcha de huertos caseros, cuidado del entorno y consumo responsable. Una vez que la situación normativa y sanitaria permitió acceder nuevamente a los centros, se puso en marcha la actividad de agroecología de manera presencial.
Están disfrutando de estas acciones las personas participantes en el programa de Integración Social y Laboral de los centros ocupacionales de la entidad, las que conviven en la residencia El Nogal y un grupo de personas privadas de libertad con trastorno mental, en coordinación con el proyecto Ícaro que desarrolla la asociación en el centro penitenciario Tenerife II.
Además, se ha dado continuidad a los intercambios de buenas prácticas agroecológicas que la entidad lleva realizando con otras asociaciones del archipiélago desde 2018, año en el que comenzó a desarrollarse Caléndula, así como con las acciones de sensibilización medioambiental dirigidas a sus participantes.
AFES Salud Mental impulsa este proyecto gracias al apoyo de la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias a través de la convocatoria de subvenciones, mediante procedimiento de concurrencia competitiva, destinadas a la ejecución de proyectos que fomenten los derechos de las personas en situación de dependencia y personas con discapacidad.

